Según mis vagos recuerdos cinematográficos, ésta es la segunda película que me encanta donde la trama gira entorno a un perro. Saltándome a Lassie y la plétora de películas que han salido de perros, bueno, Marley y yo tiene un ángel en su guión. No recuerdo el título de la otra película que me ha gustado, pero es la versión de GHOST unida con un Angel Enamorado, pues trata de un empresario que muere en un fatal accidente y renace en un cuerpo de perro y éste busca la forma de regresar con su familia.
Marley y Yo no es tan solo una película para llevar a los niños a distraerse, es una encantadora película con mucho humor y sentido humano donde deja expuesto que para ser una familia se empieza siendo una pareja y de ahí, bueno, la cantidad de hijos que se puedan tener. Muestra la difícil pero hermosa experiencia de ser un matrimonio, la lucha por crecer, mejorar y vencer las adversidades, el cariño y el amor de una esposa y por supuesto, la bendición de tener hijos y cuidar de ellos. ¿Y Marley? Bueno, este simpático can viene siendo el eje de la familia, sí claro, es el travieso que pone de cabeza a todo mundo. Sin embargo, el cariño incondicional que le dá a cada uno de sus miembros, los buenos ratos y los días de sonrisas, toca la fibra de quienes han tenido alguna vez un perro en casa y que demuestran que la familia la compone todos y cada uno de los elementos que la conforman y sin importar como sean, tendrán ese inigualable amor que sólo la familia puede dar.
Ale y yo la disfrutamos muchísimo, una película de comedia blanca como las pocas que hay ahora. Una excelente opción para ir en pareja.
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