Tenemos que admitirlo, todos adoramos éstas hermosas prendas femeninas porque nos enloquecen, nos seducen, nos hacen perder los estribos y por eso nos encanta ir a la playa. Los bikinis son capaces de transformar a la amiga, a la prima, a la novia, a la esposa en un ser sensualmente irresistible…
Los bikinis llegaron para quedarse, consideradas en un principio como símbolo de libertinaje y rebeldía, hoy en día no pueden faltar en el repertorio de toda mujer, donde en ocasiones nunca tendrán suficientes ni en cantidad ni en colores. Y es que es increíble ver todas las variedades de cortes, colores y texturas, que las posibilidades son infinitas.
Los hay halster, con corte francés, en V, tanga, azules, verdes, con brillantitos, estampados de todo tipo… y las posibilidades son infinitas, y todas las opciones nos encantan. Los bikinis son una de las prendas que mas venta tiene en el mundo entero y son en su mayoría, utilizados en sesiones fotográficas para las revistas para hombres, que además de dejarnos admirar la belleza de la silueta femenina, nos hacen imaginarnos muchas cosas mas que sólo en nuestros sueños tienen vida.
Los bikinis no conocen de religión, color o partido político. Lucen igual de bien en una mujer joven, que en una mujer de 4 décadas bien conservada, en una chica rubia o en una morena, si son altas o bajitas, en una chica latina o en una oriental… Los bikinis han sido, son y seguirán siendo, una prenda de culto para nosotros los hombres por esa equidad para ser usada por nuestras féminas, que en lo único que se parecen con una anarquía es en que todo mundo quiere que caiga…
Los vemos por todos lados: en la playa, en la calle, en la tele, en pasarelas, en revistas, en calendarios; y hasta los usamos como moneda de cambio: ¿quién no ha apostado alguna vez con una amiga que si pierde nos dejaría tomarle fotos en bikini? ¿O que ellas se pondrían ese bikini diminuto si accedemos a sus peticiones?
Dios guarde en su gloria al inventor del bikini, a quien deberíamos de edificar un monumento por tan hermosa, creativa, sugestiva y deseable prenda, usada por las mujeres para nuestro regocijo visual y mental. Secos o mojados, lisos o estampados, francés o tanga brasileña, que mas da, ¡adoramos a todos!
*Esta entrada se publicó originalmente en Playboy.com.mx el día 3 de junio del 2009, redactada obviamente por un servidor.
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